

En el desfile militar “Saludo a América”, impulsado por el presidente Donald Trump en Washington D.C., la lluvia sorprendió a los asistentes y al propio mandatario y a su esposa, quien iba radiantemente vestida para un día de verano.
Nadie había reparado en que la Primera Dama no vestía brassiere, pero tras la lluvia fue casi imposible pasarlo inadvertido, ya que su vestido mojado se ciñó a su cuerpo, marcando su pecho sin empacho.
La exmodelo —quien ha sido fotografiada desnuda por varias revistas— se vio incómodoa, con una sonrisa apenas dibujada, mientras su esposo saludaba a la multitud que acudió a ver el primer desfile militar en Estados Unidos.
Las imágenes pronto circularon en redes sociales, particularmente en Twitter, donde usuarios sugirieron nunca portar un vestido blanco durante la lluvia.
@Flotus should never were a white tablecloth without bra in the rain…….. pic.twitter.com/YDE6jwNSV6
— colettevanrooije (@consortcoco) July 5, 2019
Otros criticaron que el presidente Trump hiciera que su esposa se mojara y viviera el vergonzoso momento.